En esta cocina de acabado en madera con tirador integrado, la materia natural cobra un protagonismo absoluto dentro de un ambiente de clara inspiración industrial. Las vetas marcadas aportan carácter y profundidad, el resultado es un espacio donde la calidez de la madera contrasta con la solidez del entorno
Los detalles metálicos, presentes en la estructura arquitectónica y en los elementos de transición, refuerzan la identidad industrial del conjunto. El tirador integrado se funde con las superficies, ofreciendo una lectura visual limpia y contemporánea. Esta solución discreta potencia la continuidad de los frentes y subraya el diseño depurado de la cocina, sin renunciar a la comodidad en el uso diario.
La composición combina estética sobria con una funcionalidad pensada al milímetro.
Cada módulo encuentra su lugar con precisión, optimizando el espacio sin perder armonía.
La integración de vitrinas, zonas de trabajo y almacenaje crea un ritmo visual ordenado y versátil, ideal para quienes buscan un ambiente práctico, elegante y lleno de personalidad.
