Aunque a priori pueda parecer fácil, planificar la distribución de una cocina es todo un arte. Para dar con la solución más adecuada para cada caso, hay que tener en cuenta diferentes factores: la entrada de luz natural, la disposición de puertas y otros elementos arquitectónicos como columnas, la distancia de seguridad recomendada entre electrodomésticos y zonas de agua… todo a la vez que intentamos optimizar el espacio de almacenaje y trabajo respetando la funcionalidad.
Si estás en pleno proceso de diseño de tu nueva cocina, te aconsejamos que te dejes asesorar por uno de nuestros distribuidores, que estudiarán las diferentes posibilidades para ofrecerte las mejores opciones (puedes encontrar el más cercano a ti aquí). Pero mientras tanto, te damos algunos consejos sobre la distribución más apropiada para tu cocina en función de las características del espacio disponible.
Si tu cocina es cerrada y estrecha
En espacios pequeños y estrechos, la única distribución posible en muchos casos es la lineal, en la que el mobiliario se dispone a lo largo de una única pared.
En estos casos, tenemos libertad para colocar los muebles y electrodomésticos de la manera que más nos interese a nivel funcional y estético. Lo único a tener en cuenta es que la zona de aguas y la de cocinado estén lo más alejadas posibles para evitar accidentes (un mínimo de 60 cm).
Si el espacio disponible lo permite, se puede completar el conjunto añadiendo una barra estrecha en la pared contrario o estanterías abiertas con poca profundidad.




